Bienvenidos a una nueva entrada del blog. Hoy queremos fijarnos en lo importantes que resultan los frigoríficos farmacéuticos para evitar perder medicamentos en establecimientos farmacéuticos, sanitarios y centros de distribución.
Los residuos farmacéuticos son un problema más o menos común dentro de nuestro servicios de salud. Aunque hay muchos factores que contribuyen a esta cuestión, el almacenamiento seguro de los productos sensibles a la temperatura, es decir, la conservación de medicamentos termolábiles, sigue siendo uno de los más importantes.
Aunque a veces se puede pasar por alto.
El almacenamiento seguro de los medicamentos en las farmacias y hospitales es fundamental para reducir estos residuos y los costes sanitarios. El aumento del precio de los medicamentos es uno de los principales focos de atención de un sector sanitario que se enfrenta a retos financieros muy relevantes.
Algunas cifras del sector de los medicamentos
Los medicamentos consumidos en el total de hospitales españoles durante 2020 cayó un 1,33 % en relación al año 2019, según los datos registrados por Ministerio de Sanidad. A pesar de ello, el gasto en fármacos creció un 4,96%. No obstante, no es la mayor cifra de crecimiento de este indicador desde 2017, año en que se empezó a contabilizar.
El año de la pandemia finalizó con una fuerte subida tanto en número de envases como en coste respecto a diciembre de 2019: 12,58% y 12,55%. Esto rompe las tendencias anuales de ambos indicadores.
¿Por qué es tan importante usar frigoríficos farmacéuticos para el almacenamiento de medicamentos?
Las sustancias químicas activas de cualquier medicamento pueden cambiar de forma molecular cuando se exponen a diferentes temperaturas. Esta situación puede provocar la descomposición del medicamento.
Cuando esto ocurre, los medicamentos son menos eficaces e incluso puede dar lugar a efectos secundarios o peligrosos. Por ello, los medicamentos sensibles a la temperatura que se han «estropeado» debido a un almacenamiento incorrecto, deben eliminarse.
Asimismo, es muy importante en el sector veterinario la conservación de medicamentos y vacunas en frío.
El caso de las vacunas
En otro lado están las vacunas. Pueden perder su eficacia si se calientan o enfrían demasiado en cualquier momento.
Las vacunas sufren de biodegradación de forma natural con el paso del tiempo. Por lo tanto, el almacenamiento fuera del rango de temperatura recomendado puede acelerar la pérdida de sus propiedades.
Este impacto no puede ser revertido. El suministro de una vacuna en malas condiciones, provocará que no se cree la respuesta inmune deseada. Por lo tanto una vacuna dañada, no da protección.
El Gobierno español, ha gastado hasta abril de 2021 casi 2.000 millones de euros en la compra de vacunas contra el Covid-19. Es mucho dinero en un momento económico muy delicado. Por lo tanto, debe evitarse a toda costa el despilfarro derivado de un almacenamiento inadecuado.
El caso de los medicamentos biológicos
Además de las vacunas, los medicamentos biológicos -como la insulina- y los destinados a tratar enfermedades como la artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria intestinal, la psoriasis y diversas formas de cáncer suelen ser sensibles a las temperaturas extremas. Es decir, si se ven comprometidos, pueden poner en peligro a los pacientes.
Los productos biológicos representan una categoría de medicamentos innovadora y en rápida expansión. Se calcula que en 2022 las ventas de productos biológicos representarán aproximadamente el 30% (o 326.000 millones de dólares) de las ventas de medicamentos con receta en todo el mundo.
Sin embargo, el mantenimiento de la seguridad y la eficacia de estas terapias de vanguardia puede plantear retos únicos. Los pacientes que utilizan medicamentos cuyo potencial se ha visto reducido o incluso destruida por un almacenamiento incorrecto pueden experimentar retrocesos clínicos.
Recomendaciones básicas
Tras su fabricación, las vacunas y los productos biológicos deben enviarse y almacenarse a las temperaturas recomendadas por los fabricantes. Muchos de estos productos, requieren de temperaturas inferiores a las ambientales para garantizar su calidad y eficacia.
A menudo se denominan «productos de la cadena de frío» o «líneas de refrigeración» y tienen requisitos estrictos de temperatura.
No almacenar los medicamentos según las recomendaciones de los fabricantes puede invalidar la fecha de caducidad. Si esto ocurre, los fabricantes se pueden eximir de su responsabilidad ante cualquier fallo del medicamento.
La seguridad y la eficacia de los medicamentos termolábiles pueden verse considerablemente comprometidas si la temperatura baja de 2ºC o si sube más de 8ºC.
Esto puede causar un desperdicio evitable, que provoca un gasto considerable y que se puede evitar con los elementos de conservación adecuados.
El factor humano en la conservación de medicamentos y vacunas
En cualquier entorno clínico en el que se almacenen medicamentos sensibles a la temperatura, debe haber personas responsables de la recepción y el almacenamiento de las vacunas y los medicamentos termolábiles.
Además, deben encargarse de la supervisión y el registro de las temperaturas de los frigoríficos farmacéuticos y de las estancias donde se encuentran.
Lo más importante es que los frigoríficos utilizados para el almacenamiento de medicamentos deben estar diseñados específicamente para ese fin.
Los frigoríficos domésticos estándar no pueden utilizarse para almacenar productos de la cadena de frío. Hay muchas razones entre las que se incluyen una distribución desigual de la temperatura (como resultado de una mínima circulación de aire) y un rango de funcionamiento normal de entre 0°C y 10°C.
Los frigoríficos de calidad médica ofrecen mucho más que un frigorífico estándar. En primer lugar, mantienen una temperatura más constante, lo que es de vital importancia para almacenar cosas delicadas, como vacunas y muestras, que pueden resultar dañadas por las fluctuaciones.
Los frigoríficos farmacéuticos, también disponen de alarmas visibles y sonoras para avisar al personal de cualquier problema o fallo.
Estas alarmas pueden sonar si la puerta no está cerrada del todo, o si la temperatura sube o baja inesperadamente, lo que permite al personal médico actuar rápidamente para evitar daños y cambios peligrosos en los medicamentos que contienen. Además, los frigoríficos pueden cerrarse con llave y las puertas de cristal permiten comprobar las existencias de forma rápida y sencilla.
El tamaño del frigorífico de farmacia es importante
El frigorífico médico utilizado también debe tener un tamaño adecuado para la cantidad de existencias que se van a almacenar, es decir, estar lleno como máximo al 75% de su capacidad para permitir una circulación de aire adecuada.
También debe reservarse exclusivamente para el almacenamiento de vacunas y otros productos farmacéuticos y no utilizarse para almacenar alimentos, sangre, leche, bebidas o cualquier otra cosa que represente un riesgo de contaminación.
Asimismo, se debe garantizar que la unidad de refrigeración esté situada en una sala bien ventilada que se mantenga entre 10°C y 25°C, alejada de las ventanas exteriores y de cualquier fuente de calor, por ejemplo, radiadores o luz solar directa, y a una distancia mínima de 5-10 cm de las paredes y otras unidades.
Para garantizar su eficacia permanente, cualquier frigorífico farmacéutico debe ser revisado de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Además, su termómetro integral debe ser calibrado de forma independiente para garantizar la veracidad de las lecturas.
Por último, el frigorífico médico debe limpiarse con regularidad y el stock interno debe almacenarse según la primera caducidad.
El futuro de la industria de los frigoríficos farmacéuticos
Las predicciones de la industria sostenían que el conjunto del sector de la cadena de frío para hospitales, centro de salud, laboratorios y farmacias, aumentaría casi un 40% para finales de 2020, ya que los productos farmacéuticos sensibles a la temperatura van aumentando rápidamente.
Esta predicción se hizo antes de la llegada del Covid-19,y la irrupción de las vacunas. Una vez que han llegado las vacunas, la eficacia del almacenamiento refrigerado está siendo de vital importancia para evitar perder ninguna dosis y hacer llegar al público un compuesto que salva vidas.
La vacunación a nivel mundial se ha convertido en una hazaña de fabricación en masa de congeladores, armarios frigoríficos, etc. y ha puesto a prueba las capacidades logísticas de la cadena de frío.
Mientras el mundo espera una cifra de personas vacunadas que nos permitan estar tranquilos en todos los países, tendremos que confiar en que vacunas y medicamentos sigan conservándose de la mejor manera posible.
Coreco MedicalLab: Nuestra contribución a la conservación de medicamentos y vacunas
Parte de nuestro proceso de diseño de los armarios frigoríficos, que van a ser usados en laboratorios, hospitales o centros de salud, es pensar en quienes los van a usar y lo que van a contener.
Por eso usamos materiales y tecnologías que permiten temperaturas muy estables para evitar precisamente perder medicamentos o vacunas.
En Coreco MedicalLab, estamos comprometidos con ofrecer servicios de asesoramiento tanto a profesionales como a clientes. Fabricamos armarios de refrigeración médica para todo tipo de instalaciones clínicas, como hospitales, laboratorios médicos y farmacias.
En este enlace puede conocer todas las certificaciones y las normativas que cumplen nuestro frigoríficos de la gama MedicalLab.
Póngase en contacto con nosotros hoy mismo para obtener más asesoramiento acerca de nuestra gama de armarios frigoríficos farmacéuticos, de laboratorio y de grado médico.
No dude en llamarnos para consultar las mejores soluciones que podemos ofrecerle para sus necesidades de conservación de medicamentos termolábiles o vacunas o la de sus clientes si usted es un profesional del sector.